Cada día duele en las mañanas,
en las paradas del camión.
Cada día dueles al pasar el azúcar,
una cuchara.
Cada día duele al entrar y salir por los andenes.
Cada día dueles por las tardes, por las noches:
en el mar,
un café,
un suspiro,
un vino. Dueles arto.
-Horacio Chirino