domingo, 17 de julio de 2016

Al principio,
cambié las esperas por despedidas,
el café por el tequila
y los días por las madrugadas. 
Despertaba, 
pero el (tu) pensamiento lo necesitaba. 
No más por tu culpa me hundí
en las desgracias, 
benditas desgracias
que ahora son vicio. 
   
      -Horacio Chirino

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