lunes, 14 de agosto de 2017
En ocaciones le miraba caminando de prisa,
otras con la cara en el suelo.
Apenas le veía pasar y se hacía a un ladito
para que sus ojos coincidieran con sus ojos.
Tenía sus pasos guardados,
sus canciones sonando en la radio,
sus huellas en un ticket de una sopa
y un jugo de mango.
Sólo le faltaban las fotos, pero esas no
hasta que se atreva(n) mínimamente
a sonreír(se) levemente y sin ruido.
Parecía un psicopata, sólo le faltaba
vigilarlo por las noches, pero eso prefería
dejarlo para después.
Le dá risa, abre la botella de jugo
y deja que se deslice ante él la escena
de cuando le dijo: ¿sería todo?, te cobro 27 pesos...
Le dá un sorbo...
El semáforo se pone en rojo y cruza la calle
que crece hacia lo ancho, ya es tarde.
-Horacio Chirino
miércoles, 9 de agosto de 2017
Ellos se encuentran.
Le pregunta.
Le contesta con una canción.
(aunque era errónea).
"Tu si sabes quererme corazón"
Bye...
Ahora la música ya no es la misma.
Cada que la escuche sabrá lo difícil
que es encontrar a alguien
con ese gusto por esas (cursis) melodías
y que no existe la pena.
-Horacio Chirino
sábado, 5 de agosto de 2017
A veces
(siempre)
me pregunto sí los ojos que miré aquel día
todavía siguen solitos
o ya los acompañan otros.
Sé que todas las noches mueren de amor
y de insomnio, aunque los arrulle la lluvia, y sé también que en ocaciones están distraídos.
Sí siguen solitos,
no me gustaría que por nervios de tenerlos
de frente no me llegaran
las ideas
a mi atolondrada cabeza de los planes
que tengo ellos.
Tú sabes, en general, la idea principal es ésta:
la vida es lo que haces y yo quiero hacerlo contigo...
No quiero que subas a este tren solito.
-Horacio Chirino
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