Y se encontraron en aquella esquina donde siempre y a todas
horas: los carros transitan a gran velocidad, el señor del periódico grita, donde
se desvive el paso peatonal por muchos y el semáforo apunta, donde las personas
sólo ven hacia enfrente derecho, donde los árboles se agitan cuando pasan los tráileres
pesados y donde pasa la vida. Ellos APARECIERON EN EL CAMINO y si se miraron,
se voltearon a ver sus caras, se sonrieron y se dijeron:
- ¡Hola!1
Con esa voz que todos esperan, CON EL SONIDO DE SONRISA, con
el entusiasmo del día que espera a su novia la noche.
1. Básicamente es la primera palabra que se utiliza para
decirle a alguien
(que vive rezando poderce encontrar)
cuando por fin coinciden.
Es un saludo o gesto que se hace por costumbre para dirigirse a otro.
Por ejemplo: Así como le digo "hola" a la señora que barre en
las mañanas, te saludo; tal vez no porque me caigas bien sino por educación o
por ser cortés.
Podrás importarme poco y no te salude, probablemente ni te mire.
Podrás importarme poco y no te salude, probablemente ni te mire.
Puede que nunca te vuelva a saludar hasta que te vuelva a
ver o a encontrar.
Puede qué sólo te diga ''hola''
y ya.
Puede qué sólo te diga ''hola''
y ya.
Nadie:
Absolutamente
nadie:
nadie:
Ni un alma:
Los comunes: ¡hola!...
Yo: Podré saludarte
siempre, porque simplemente te veo y me interesas o podré saludarte sólo hoy y
ya.
Joder
(tal vez ya no te vuelva a encontrar)
¡...HOLA, ME GUSTAS!.
-Horacio Chirino