Me costó trabajo encontrar un novio,
a nadie le agradaba, o era la época
(las raras no están de moda)
tanto que en mi twitter escribía decretos sin medida.
Tomé un jazmín,
la cabecera del sofá la llenaba de hojitas diciendo en mi mente
me quiere o no me quiere.
Tomé una taza de café,
y esperé a que se entibiara,
si hago esto del diario, aprenderé a esperar.
Me miré al espejo y me sonrió,
me dí cuenta que me agrado, me enviaré flores y chocolates.
-Horacio Chirino