Todavía sigo sacando historias de las entrañas
con el agua bendita que alguna vez tomamos,
cada día ando pisando el rastro de los recuerdos
con el soplido sagrado de tu cigarro.
Yo vivía ocultando algo, este calvario, en el interior,
lo más profundo del corazón;
yo seguía haciendo esto por no saber lo que en
realidad solía ser, un encuentro o un después;
pero ni modo esto así (es) suele ser.
-Horacio Chirino
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