En la cama,
en el sillón,
en la cocina,
en la mesa,
en el suelo,
se acariciaban sus partes más sensibles:
sus corazones,
sus manos, sus cachetes
su espalda, sus labios.
Se miraban a la cara,
se tocaban,
se respiraban
se suspiraraban,
se escuchaban,
en fin, ellos se hacían el amor.
-Horacio Chirino
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