sábado, 6 de octubre de 2018
Le hace falta a mi día horas
para llegar del tráfico y reposar del ruido,
para ver como llueve,
agregarle un chocolate caliente,
tu mirada disimulada y un suspiro
(este último antes de que sea de noche).
Para salir a la calle y pisar hojas secas,
y después tragarnos todo lo que no está permitido,
lo que es pecado y lo que está mal visto;
lo que hace que los locos sean locos
y que los asesinos no sean perdonados.
Tu y yo en la cocina, en el suelo, en la cama,
en donde sea, pero que sea,
que no demore, que sea pronto,
que no se nos haga tarde, ni de noche.
Sólo horas para amarnos fuertemente y nunca,
mejor dicho, decir lo peor dicho,
tú y yo, algo, que se vea, que se entienda,
que pase, que sea.
Necesito horas para esto, como quieras quiero.
Hago apuestas a que a los días les hace falta horas,
dame horas.
Se está metiendo el sol y me bastarían horas o sólo segundos
para que me encante que te encante esto,
para que no seas tú y yo, seamos nosotros.
-Horacio Chirino
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