sábado, 22 de julio de 2023





 “No te voy a pedir que me des un beso. Ni que me pidas perdón cuando creo que lo has hecho mal o que te has equivocado. Tampoco voy a pedirte que me abraces cuando más lo necesito, o que me invites a cenar el día de nuestro aniversario.


No te voy a pedir que nos vayamos a recorrer el mundo, a vivir nuevas experiencias, y mucho menos te voy a pedir que me des la mano cuando estemos en mitad de esa ciudad.


No te voy a pedir que me digas lo guapa que voy, aunque sea mentira, ni que me escribas nada bonito. 


Tampoco te voy a pedir que me llames para contarme qué tal me fue en el día, ni que me digas que me echas de menos.


No te voy a pedir que me des las gracias por todo lo que hago por ti, ni que te preocupes por mi cuando mis ánimos están por los suelos, y por supuesto, no te pediré que me apoyes en mis decisiones. Tampoco te voy a pedir que me escuches cuando tengo mil historias que contarte. No te voy a pedir que hagas nada, ni siquiera que te quedes a mi lado para siempre.


Porque si tengo que pedírtelo, ya no lo quiero”.


Frida Kahlo.










lunes, 3 de julio de 2023

Cabello



Cada cabello está en cualquier parte de la casa,
en todas partes,
en la almohada, 
en el peine, 
en el pasillo, 
en la sala, 
hasta en el patio.


Y solitos van caminando,
no sé para donde quieren dirigirse;
sé que ya no les encanta estar conmigo,
sé que quieren ser libres.

El lugar que dejaron está pobre, 
espero que sean felices en su camino, 
yo no los valoré.

En su tiempo los llegué a mirar con la cara al viento,
despeinándose felices, 
con el progreso los llegué a mirar con incertidumbre, 
luego con la esperanza de crecer y llegar al suelo, 
como si quisieran probar a qué sabe lo que piso o quizá 
saludar a las hormigas, 
o en su caso, con el aire volar al cielo.

No, por el tiempo, por la época, por las fechas, no les tocó.

Cada uno era rebelde, coqueto, escurridizo en la lluvia 
y no les daba tregua a los ojos. 

Creo que en vez de llorar su partida, 
debo celebrar su vida 
porque nos tocó la misma.





-Horacio Chirino