domingo, 3 de diciembre de 2023








 Oye, amigo.



He pisado calles que 

ni siquiera conocía, y tampoco; 

ahora esas calles corren 

como las arrugas de mis manos porque ya me las sé de memoria y aún así nada.


Las canciones que se repiten 

en mi oído 

se alargan hasta la media noche 

y el techo 

ya no me dice 

ni 

pío, 

ya no digamos la almohada 

esa se quedó dormida.


Son descargas de peso muerto 

las confesiones en los domingos por la noche.


He tomado tantos vagones 

del metro 

que ya me saben a la misma 

sopa sin sal y sin vino, 

y no, 

no 

lo encuentro.


¿Será que he llegado tarde?


¿Me he perdido?


22.2 millones de personas en esta ciudad 

y yo aún 

sigo teniendo frío.





-Horacio Chirino