martes, 16 de agosto de 2016
A veces, de lejos le mira entre sus cejas grandes,
como un león entre la maleza esperando atacar;
y se percata que no es de aquí.
Nota que el color blanco es constante verle,
su forma y sus ideas, le llaman un tanto la atención;
le ve que sonríe, que no hay desgracia.
Le parece todo en su lugar, le ve tan perfecto
que le cae mal.
Lo que no sabe, que al que mira,
le faltan muchas cosas; entre ellas,
limpiar sus anteojos, terminar un libro que olvidó
en el tren, regar sus plantas, recoger los restos
de comida de su mesa de noche y también cerrar
la puerta del closet.
Además de salir a correr porque ya no lo hace,
prefiere encerrarse a escribir intentos de poemas
(aunque después nadie los lea).
También tiene obsesiones como dejar todo en su lugar,
abrir algo si es que se va a ocupar y ver el cielo
para intentar predecir el clima de ese día.
Y perdió o le falta algo, porque llora todas las noches
( al que de lejos le mira entre sus cejas grandes).
-Horacio Chirino
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